Un viaje a través del tiempo, el espacio y los sueños... en busca de la magia oculta del bosque.
Prepárate, porque esta no es una excursión cualquiera con mochila y bocata. No, no. Esto es una aventura sensorial, casi mágica, donde el reloj se queda sin pilas, la brújula gira loca y lo único que necesitas es dejarte llevar. Aquí, en este bosque encantado, el tiempo no va en línea recta... ¡va a su aire! A veces se estira como chicle, otras se encoge como si tuviera frío, y de repente, ¡pum!, estás viendo el atardecer cuando jurarías que hace cinco minutos salió el sol.
En este bosque, cada hora tiene su personalidad. La luz cambia de humor como si tuviera playlist propia: suave por la mañana, brillante al mediodía, dorada y nostálgica al atardecer... y misteriosa cuando cae la noche. Los colores también hacen lo suyo, transformándose con una elegancia natural, como si el bosque se cambiara de ropa según la estación o el ánimo del día.
Y ojo, porque esta baraja no es solo un montón de cartas bonitas. Es una guía mágica para acompañarte en un recorrido fascinante por las 24 horas del día y la noche. Aquí verás cómo el sol y la luna se pasan el relevo, como dos viejos amigos que se entienden sin hablar. Y mientras tú observas, conocerás a criaturas que viven entre los árboles y las sombras: algunas fantásticas, casi de cuento; otras más terrenales, pero con ese brillo especial que tienen los que saben secretos.
Hay guardianes del amanecer que estiran los rayos del sol como si fueran hilos dorados. Hay espíritus del crepúsculo que susurran en los colores del cielo. Está la noche profunda, esa que te abraza como una manta, y la luna, siempre presente, siempre misteriosa, brillando desde lo alto como una reina silenciosa.
Así que, ya sabes... baraja en mano, prepárate para cruzar el umbral y perderte —o mejor dicho, encontrarte— en este bosque donde el tiempo baila, la magia respira y los sueños caminan entre los árboles.
