Es una piedra llamada “piedra de los nuevos comienzos” y está fuertemente vinculada con la Luna y la intuición. Es una piedra muy reflexiva y nos recuerda que todo forma parte de un ciclo de cambios y de aquí saca su efecto más poderoso, calmar las emociones en estas fases.
Psicológicamente ayuda a calmar las reacciones excesivas ante cualquier situación o emoción. Está llena de energía receptiva y equilibra las energías masculina-femenina.
Mentalmente abre la mente a impulsos repentinos e irracionales y, emocionalmente alivia la inestabilidad emocional y el estrés, estabilizándolos.